Síndrome del cuidador

El síndrome del cuidador es ese estado de desgaste, fatiga y cansancio provocado por el cuidado de una persona o la atención que se dedica a una persona con necesidades que no puede atender por sí misma, puede tratarse del cuidado de niños, ancianos o personas con necesidades especiales.

El cuidado es la atención a las necesidades no se es capaz de cubrir por uno mismo en las necesidades más funcionales o más utilitarias . Dedicarnos al cuidado a veces resulta desbordante ya que a veces supera los recursos que uno por sí mismo no puede atender y que terminan generando desgaste y falta de conexión con uno mismo.

Cuando se dan este tipo de situaciones uno se pregunta, el cuidador está para atender ¿pero quién cuida del cuidador? No es fácil comprender a veces el límite entre donde queda las necesidades de los otros y donde empieza la necesidad de atender nuestras propias necesidades que no siempre reconocemos. Esto conlleva ir cargando poco a poco el peso de una gran mochila que no siempre es fácil de ver hasta que uno ya no puede más.

No obstante la falta de atención cuando las necesidades propias dejan de ser importantes a menudo acarrean todo tipo de síntomas emocionales y físicos, algunos de los síntomas más presentes:



• Cansancio persistente.
• Problemas de sueño y/o alimentación
• Pérdida de relaciones y actividades a las que antes se solía dedicar tiempo.
• Desinterés por vivir nuevas experiencias.
• Elevada irritabilidad o apatía
• Dolores o molestias sin tener ningún problema de salud aparente.
• Aislamiento social.
• Consumo de ansiolíticos y/o antidepresivos en exceso.
• Niveles de estrés y/o ansiedad elevados.

Es normal a veces sentirse desbordados y es normal necesitar algo de tiempo para asimilar y asumir la situación presente. Es necesario, permitirse salir de ese cúmulo de ambivalencia emocional pudiendo recuperar parte de lo perdido, generando nuevas relaciones, realizando pausas, permitiéndose días de descanso, y sensaciones agradables realizando actividades nuevas.